Bronquiolitis
- galvezdjoum
- 11 dic 2019
- 3 Min. de lectura

La bronquiolitis es una infección pulmonar común en los niños pequeños y lactantes, con una máxima incidencia entre los 3 y 6 meses de edad. Causa inflamación y congestión en las pequeñas vías respiratorias (bronquiolos) del pulmón. Conforme estas vías respiratorias se van inflamando, se hinchan y se llenan de mucosidad, lo que dificulta la respiración.
La bronquiolitis casi siempre está causada por un virus (Virus Sincitial Respiratorio-VSR, y es más frecuente en niños de género masculino, los que no se han alimentado con leche materna
Existen otros virus asociados a la bronquiolitis como el Rhinovirus o el virus de la gripe
La asistencia a guarderías y la exposición al humo del tabaco también pueden incrementar las probabilidades de que un bebé o niño pequeño desarrolle una bronquiolitis.
Aunque suele tratarse de una enfermedad leve, algunos bebés corren el riesgo de enfermar de gravedad y requerir hospitalización.
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar una bronquiolitis grave incluyen:
El nacimiento prematuro,
Padecer previamente una enfermedad pulmonar o cardíaca crónica y
Tener un sistema inmunológico debilitado por enfermedades o medicamentos
Síntomas

Los primeros síntomas suelen ser similares al resfriado común y se presentan tras un periodo de incubación que oscila entre varios días a 1 semana:
Congestión nasal
Moqueo de la nariz
Tos leve
Fiebre baja
Estos síntomas duran uno o dos días y van seguidos de empeoramiento de la tos y respiración sibilante (emisión de "pitos" o silbidos agudos al espirar).
A veces se desarrollan de forma paulatina problemas respiratorios más graves, marcados por los siguientes signos:
Respiración rápida y superficial
Frecuencia cardíaca acelerada
Hundimiento del cuello y del tórax en cada respiración
Ensanchamiento de las fosas nasales
Irritabilidad, asociada dificultades para dormir y signos de fatiga o adormecimiento
Falta de apetito
Deshidratación
También pueden producirse vómitos después de los episodios de tos.
Con menor frecuencia, los bebés, sobre todo los prematuros, pueden tener episodios donde dejan brevemente de respirar (denominados "apneas") antes de desarrollar otros síntomas.
Complicaciones
En los casos graves, los síntomas empeoran con rapidez. Un niño con bronquiolitis grave puede fatigarse por el esfuerzo de respirar y entrarle una cantidad muy escasa de aire en los pulmones debido a la obstrucción de sus pequeñas vías respiratorias. Su piel puede volverse azulada ("cianosis"), lo que resulta especialmente visible en los labios y las uñas. El niño también puede deshidratarse por el esfuerzo respiratorio, los vómitos y la reducida ingesta de alimentos.
La bronquiolitis suele durar alrededor de 12 días, pero los niños que padecen casos más graves de esta enfermedad pueden seguir tosiendo durante semanas. Por lo general, la enfermedad llega al punto de mayor intensidad entre el segundo y el tercer día desde el inicio de la tos y de las dificultades para respirar y después remite de forma gradual.
Cuando consultar al médico
Si es difícil lograr que el niño coma o beba, y su respiración se torna más rápida o fatigosa, llama al médico del niño.
Esto es especialmente importante si el niño es menor de 12 semanas o tiene otros factores de riesgo de bronquiolitis, como nacimiento prematuro o una afección cardíaca o pulmonar.

Los siguientes signos y síntomas son motivos para buscar atención médica inmediata:
Vómitos
Sibilancia obvia al respirar
Respiración muy rápida — más de 60 inhalaciones por minuto (taquipnea) — y superficial
Respiración fatigosa — las costillas parecen succionarse hacia el interior cuando el niño inhala
Parece perezoso o aletargado
El niño se rehúsa a beber una cantidad suficiente de líquidos, o la respiración se torna muy rápida al comer o beber
La piel se torna azul, especialmente los labios y las uñas (cianosis)




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